¿Cómo pueden mejorar las redes sociales la formación en las universidades?

Con esta presentación Redes Sociales para producir y compartir conocimiento sobran las palabras acerca de la utilidad de las redes sociales en la educación superior.
Su autor es Jairo Alberto Galindo Cuesta,un docente colombiano e investigador de lingüística y comunicación.

Ciertamente, hace falta implicación pero no sólo de los profesores, sino de las autoridades de las universidades, y antes aun de las autoridades de gobierno que rigen sobre las universidades. Y más que ganas, porque sobran profesores que desearían trabajar con las nuevas tecnologías, sobre todo cuando sus alumnos los están rebasando en ese sentido cotidianamente. El problema es que no tienen a su disposición programas formativos para la docencia en el marco de las nuevas tecnologías para la educación, subvencionados por el Estado.

A mi modo de ver uno de los más serios problemas en las universidades públicas (cuando menos en México) es la falta de políticas de Estado que permitan incluir las nuevas tecnologías como recursos de apoyo para viejos y nuevos enfoques pedagógicos. Emparejadas con políticas de desarrollo de la infraestructura tecnológica universitaria (inexistentes en México) serían la vía idónea para estar a tono con los mejores estándares internacionales en tecnología educativa.

En mi país resulta casi imposible introducir las nuevas tecnologías entre la academia, pues dicha inclusión se condiciona a su enmarcamiento dentro de "programas" o "proyectos" diseñados por burócratas del Estado que nada saben de la complejidad pedagógica y didáctica. Sin contar, por supuesto, con que en este país el presupuesto para educación es casi nulo y no considera la sistémica transformación tecnológica de las instituciones... mucho menos la capacitación de los docentes en las nuevas tecnologías de la información, misterioso ámbito reservado para elites de nerds.

Lo más frecuente en algunas instituciones es que por ocurrencia de alguien que descubre el hilo negro y tiene buenos amigos "técnicos", por concurrencia de intereses o por solucionar la emergencia pura se introduzcan sistemas aislados en atención a recomendaciones mayoritariamente técnicas antes que pedagógicas. ¿Resultado?: el fracaso absoluto de proyectos que nacieron muertos. Valga como ejemplo la "Enciclomedia", un sonado "programa de nueva tecnología educativa" (mediante la dotación de pizarras a las escuelas primarias y secundarias) que intentó introducir el gobierno en el nivel básico educativo. Y hay más tela de dónde cortar, para otras conversaciones.

Las redes sociales posibilitan la creación de comunidades de intereses donde se pueden generar debates, intercambiar información, compartir inquietudes, etc.. , todas ellas expresiones del llamado aprendizaje informal, que bien podría reforzar el denominado “formal” o convertirse en él en la medida en que las Universidades sistematicen el uso de estos instrumentos tecnológicos al servicio del conocimiento.

Las redes sociales, y la tecnología asociada a ellas, viabilizan lo “open”, el "peer to peer", la personalización, el cambio de roles profesor-alumno,  características clave de la Universidad del futuro, así lo dicen los expertos en TIC y educación (Piscitelli, Dolors Reig, entre otros). 

Completamente de acuerdo con Blanca. Hace falta implicación, claro. Pero sobre todo ganas de utilizar todas las posibilidades de las nuevas herramientas sin temor a los efectos que provocan las nuevas formas de aprender, trabajar y relacionarnos en la red. Cuando traspasamos ese umbral los resultados pueden ser espectaculares. 

Sigo vuestra aplicación gnoss universidad 2.0 y experiencias que tratan de utilizar facebook o Twitter. Creo que todo social media mejora una clase, pero hace falta implicación por parte de los profesionales.